No voy a poder hacerlo sola
¿De dónde viene tanta desconfianza en nosotras mismas? 𓇢𓆸
Ganemos perspectiva
Las mujeres sobrevivimos (así se siente en nuestra naturaleza) como caracoles que han decidido salir de la concha después de miles de años en la sombra.
Hemos roto con la tendencia de nuestras madres, abuelas y ancestras y estamos redefiniendo nuestra existencia como especie en la tierra.
Sí, como especie. Porque durante generaciones hemos sido “algo diferente” al hombre.
En serio, cuando te culpas por sentir tanto MIEDO, ¿te paras a observar la situación desde esta perspectiva?
Me parece importante CONTAR con ello.
No es necesario dramatizar.
Simplemente tenerlo presente cada día.
Cuando dudes de ti, cuando te sientas inferior, cuando creas que necesitas a un hombre para sustentarte, para emprender o para montar un armario: recuerda que no es tu culpa. Esos pensamientos están codificados en tu inconsciente.
Las quotes de moda en el pasado
En un pasaje del libro “El síndrome de la impostora: ¿por qué las mujeres siguen sin creer en ellas mismas?”, Anne de Montarlot nos enumera alguna de las sentencias de tipos importantes en la historia:
“Para Platón, la mujer es la metamorfosis de los hombres más viles en mujeres: «Aquellos varones cobardes y que han malvivido se han […] transmutado en hembras». (Timeo)”
“Según Aristóteles: «La mujer es como un varón mutilado, y las reglas son una semilla, pero no es pura: solo le falta una cosa, el principio del alma». (Generación de los animales)”
Para Santo Tomás: «Una mujer es un ser deficiente y cuya creación ha sido sin querer»; «Las mujeres son inferiores a los hombres debido a su cuerpo patógeno: se consideran incapaces de dominarse, de dominar su cuerpo, un cuerpo que sufre, que se hunde, un cuerpo que se obstruye, que agoniza».
Según Schopenhauer: «En el mundo solo debería haber amas de casa, dedicadas al hogar, y jóvenes que aspiran a convertirse en eso, y que se formarían no en la arrogancia, sino en el trabajo y la sumisión». (Ensayo sobre las mujeres)
Según Nietzsche: «La mujer es una superficie que imita la profundidad».
Para Courteline: «Las mujeres son tan mentirosas que ni siquiera podemos creer lo contrario de lo que dicen».
Baudelaire confiesa: «La mujer es natural, es decir, abominable». (Mi corazón al desnudo)
Según Julio Verne: «Las mujeres jamás intervienen en mis novelas sencillamente porque hablarían todo el rato y los demás no podrían decir nada».
Según Freud: «La inferioridad intelectual de tantas mujeres, que es una realidad indiscutible, se debe atribuir a la inhibición del pensamiento, inhibición necesaria para la represión sexual». (La vida sexual)”
Esto es lo que se hablaba (y “habla”, en presente) de las mujeres. Anne concluye:
“La falta de confianza de las mujeres es consecuencia, en buena medida, de una herencia histórica. Es el resultado de siglos, incluso de milenios, de supremacía masculina”.
Nora- “Ya no creo en eso. Creo que ante todo soy un ser humano, igual que tú... o, al menos, debo intentar serlo. Sé que la mayoría de los hombres te darán la razón, y que algo así está escrito en los libros. Pero ahora no puedo conformarme con lo que dicen los hombres y con lo que está escrito en los libros. Tengo que pensar por mi cuenta en todo esto y tratar de comprenderlo.”
―Henrik Ibsen,Casa de Muñecas
Hay otras muchas razones que nos influyen como: la falta de referentes femeninos, los sesgos en el entorno profesional o los roles tradicionales de género.
Pero no vengo a extenderme mucho más en el pasado (aunque si os recomiendo leer mucho sobre ello).
Sabéis que me gusta mirar hacia delante.
De hecho, no muy lejos, unos metritos.
¿Cómo venzo este miedo cada día?
Mi “truco” para avanzar y seguir brillando es exponerme cada día a un reto.
Cada día reconfirmo que PUEDO.
Siento ese miedo envolviéndome y solo la ACCIÓN lo disipa.
No hay fórmula para deshacerse de ese falso presentimiento de “me van a quemar”.
Otro “truco” es utilizar los testimonios de mis alumnas, oyentes y clientes como referencia.
Pongo el foco en mi contexto cercano y me olvido del resto del mundo.
Esto me ayuda a arrancar, a sentirme menos pequeña y en riesgo.
Y sobre todo, otro de mis GRANDES TRUCOS es rodearme de otras mujeres salvajes, de volver a apoyarme en la TRIBU como hicieron nuestras ancestras. Así es como nos reconocemos, sanamos y empoderarnos unas a otras.
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Como yo digo: “Donde el espíritu se encuentra con la estrategia”. Ya que cuando aprendemos a integrar nuestros poderes femeninos con lo que ya sabemos hacer, es cuando logramos sentirnos imparables y poderosas.